El agua es un elemento necesario e indispensable para el desarrollo y el crecimiento de las plantas. Los sistemas de riego que hemos instalado para aportar agua a nuestros cultivos y jardines han sido los siguientes:
1. Riego por gravedad, en el que el agua se aplica al terreno en un punto y transcurre por sí sola a través de una serie de surcos. Este sistema lo utilizamos, en un principio, para regar las patatas.
2. Riego por aspersión, en el que el agua se aplica en forma de lluvia. Este sistema lo instalamos para regar una zona de césped, para lo cual enterramos las tuberías y colocamos tres aspersores a una determinada distancia con el objetivo de mojar toda la superficie. También instalamos microdifusores en el invernadero, tanto en la parte superior como en el suelo.
3. Riego por goteo, en el que el agua se aplica gota a gota. Este sistema lo instalamos para regar los distintos cultivos plantados en el invernadero y en el huerto exterior.
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